La mujer trans había consumido cocaína y anfetaminas.
Una mujer trans de 35 años fue condenada a la pena de 14 años de prisión por atropellar cuando iba a más de 120 kilómetros por hora, eludiendo el semáforo y tras consumir droga a una motociclista, quien murió en el acto a raíz de las graves heridas recibidas, en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.
Se trata de Ángela Leguizamo, quien fue sentenciada por el Tribunal en lo Criminal 3 por el delito de homicidio simple con dolo eventual en perjuicio de Sandra Romero, de 59 años, una motociclista que murió tras ser atropellada el 9 de marzo del 2024 en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.
Además el Tribunal le impuso una inhabilitación para conducir vehículos automotores por el término de 10 años.
La causa fue investigada por el fiscal Cristian Aguilar, de la Unidad de Delitos Culposos, quien determinó que la culpable manejaba una camioneta Nissan Frontier por la Avenida Colón, en cercanías del centro, en sentido descendente de la numeración catastral, donde violó los deberes de cuidado exigidos a la hora de conducir un vehículo por la vía pública, y bajo los efectos del consumo de cocaína y anfetaminas.
Además y en el marco de distintas pericias y tareas, los investigadores determinaron que Leguizamo manejaba excediendo la velocidad a un promedio de 126 kilómetros por hora en un sector donde es de 30 la máxima, sin respetar la señal de un semáforo en una zona peatonal que impedía el paso con la luz roja encendida.
Debido a ello la conductora embistió por detrás a una motocicleta Gilera Smash en la que estaba Romero, en la intersección de las calles Avenida Colón y Peatonal Drago, por lo que murió a raíz de la gravedad de las lesiones.
También el fiscal determinó que la conductora de la camioneta circuló a exceso de velocidad desde la Avenida Colón al 900 hasta que impactó con la motocicleta, por espacio de unas 8 cuadras, no respetando varios semáforos ubicados en distintas cuadras y pasando en rojo.
Durante los alegatos el fiscal había pedido 15 años de prisión por homicidio simple con dolo eventual y 6 años de prisión, en el caso de que el tribunal entienda que se trató de un homicidio culposo agravado y 10 años de inhabilitación para conducir.
El particular damnificado solicitó una pena de 20 años por el delito de homicidio simple con dolo eventual mientras que la defensa solicitó la absolución.
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